lunes, 16 de marzo de 2009

Libros y finanzas

Después de haber realizado un acercamiento sobre la conformación de las empresas editoriales y los agentes que se encuentran inmersos dentro de éstas, es preciso hablar de los aspectos relacionados con el precio del libro, el pago de regalías, la comercialización de la obra y otros aspectos que atañen al proceso de producción editorial.

La parte financiera incluye tanto los costos de producción (preparación editorial, manufactura, comercialización y distribución) como los ingresos obtenidos por la publicación de determinada obra.

Ahora bien, es importante empezar por distinguir entre dos tipos de costos, los automáticamente variables y los no variables. Mientras que los primeros hacen referencia a los costos que se incrementan de manera directamente proporcional al aumento en el tiraje (derechos de autor, pago de imprenta, materiales, almacenamiento, etc.), los segundos no sufren ningún tipo de variación si se publican 1000 o 10.000 ejemplares de una obra, todo esto debido a que la edición de más ejemplares no supone un costo mayor en la ejecución de determinadas tareas. Ejemplo de este caso es el trabajo que realizan los correctores, diseñadores y tipógrafos.

Asimismo, además de lidiar con los gatos de producción, la empresa editorial tiene que costear la promoción (publicidad, ejemplares de obsequio, presentaciones de libros) y los gastos generales fijos, como es el caso del pago a todos los empleados administrativos que trabajen para la editorial.

Para que la editorial pueda calcular sus ganancias respecto de la publicación de una obra, tendrá que tomar en cuenta una serie de elementos que entran en juego a la hora de mediar las posibles ganancias. El precio al público (que en México es de cinco veces el costo de producción del libro), la cantidad de ejemplares vendidos, los descuentos que se hacen a las librerías y clientes y los costos eventuales de la comercialización, en los que se incluyen los gastos de representación y envío, son algunos de ellos.

Es importante destacar una regla general que aplica en cualquier proceso de producción de bienes: los costos por copia se reducen en proporción al aumento del tiraje. Entre más ejemplares sean producidos, menores serán los costos de producción y, por tanto, el precio que se le dará al público será menor. No obstante, los editores antes tienen que hacer un cálculo que les permita determinar cuántos ejemplares publicar y cuántos tienen que ser vendidos para que su elaboración signifique una ganancia.

Además de los ingresos que trae para la empresa editorial la venta de un libro, hay otras formas indirectas a partir de las cuales las editoriales reciben una ganancia. Los derechos subsidiarios, que incluyen el cobro por permitir a otros editores publicar la obra, la concesión de derechos de traducción, la autorización para que se incluyan fragmentos de la obra en antologías o libros de texto, así como la autorización para la elaboración de productos relacionados con la obra sean lanzados a la venta son, por mencionar algunas, las formas indirectas de obtener ingresos.

Para que las editoriales puedan sobrevivir en un país donde la lectura es escasa y la cultura casi no es tomada en cuenta, las editoriales tienen que compensar los costos que implica la publicación de un libro de tipo meramente científico o cultural con las ganancias que pueda generar la edición de uno de tipo más comercial. Igualmente, es necesario que el gobierno, por medio de sus instituciones de fomento a la cultura brinde un subsidio a aquellas editoriales comprometidas con la difusión de la ciencia, la cultura y las artes.

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